UE-Mercosur / COAG considera inaceptable que se entregue el sector ganadero a cambio de coches y facilidades para grandes constructoras
Esta organización reclama al Gobierno español que reconsidere su postura ante el brutal impacto sobre el 20% de nuestra producción final ganadera ( 2.700 millones/ año). El contingente de 99.000 tn libre de aranceles que se baraja para la carne de vacuno supondría la eliminación de 2 millones de vacas nodrizas en la UE. Porcino, remolacha-azucarera y cítricos, se verían también afectados por la competencia desleal de las producciones del Cono Sur.
25 06 2019
Se reactivan las negociaciones para cerrar de forma inminente el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur
Madrid, 25 de junio de 2019. Tras 38 rondas de negociaciones, en las últimas semanas se han reactivado con fuerza las reuniones técnicas entre la UE y los países del MERCOSUR para cerrar de forma de forma inminente un acuerdo político de libre comercio entre ambas partes. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha reclamado al Gobierno español que reconsidere su postura ante el brutal impacto sobre el 20% de la producción ganadera española, (2.700 millones/año), tal y como recoge el estudio de impacto elaborado por los Servicios Técnicos de COAG. Por sectores; vacuno de carne, porcino, remolacha-azucarera y determinadas frutas (cítricos) y hortalizas, serían los principales afectados por la competencia desleal de estas producciones, en base a la utilización de hormonas de crecimiento, antibióticos y pesticidas prohibidos en la UE desde hace varias décadas.
COAG ya ha mostrado de forma reiterada su oposición frontal a este acuerdo por considerar que pone en peligro el sostenible modelo agrario europeo y la seguridad alimentaria de los consumidores de la UE. “De hecho, en 2017 saltó a la luz pública el escándalo de la carne adulterada en Brasil, protagonizado por varias empresas, entre las que se encuentran las más importantes del sector, que adulteraban la carne que vendían en el mercado interno y externo. Rusia también decidió suspender en su momento las importaciones de carne de vacuno y porcino de origen brasileño al detectar sustancias prohibidas (ractopamina y otras hormonas de crecimiento en ganado)”, ha subrayado Miguel Blanco, Secretario General de COAG. Respecto al impacto en el sector agrario, el máximo responsable de esta organización ha destacado una cifra que ilustra en sí misma el brutal impacto para la ganadería comunitaria: “un contingente arancelario libre de tarifas como el que se baraja para la carne de vacuno, 99.000 toneladas, supondría (en su equivalente de peso en canal) a un total de 2 millones de vacas nodrizas lo que supone más del número total de cabezas de Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Grecia, Croacia, Chipre, Letonia, Luxemburgo, Hungría, Malta, Eslovenia, Eslovaquia, Lituania, Finlandia y Suecia juntas. Es inaceptable que se entregue el sector ganadero a cambio de coches y facilidades para grandes constructoras en licitaciones públicas”, ha puntualizado Blanco.
En la actualidad, Mercosur ya es el principal exportador de productos básicos agrícolas a la UE, por lo que COAG considera que no se necesitan contingentes adicionales libres de derechos arancelarios para incrementar sus exportaciones. En 2016, la UE importó 19.528 millones € en productos agroalimentarios del Mercosur, lo que representa el 17,4% del conjunto de las importaciones UE. Por el contrario, las exportaciones agro europeas al área geográfica Mercosur apenas superaron los 2.000 millones € (1,5% del total). Casi el 80% de la carne de vacuno importada por la UE y cerca del 70% de los productos para alimentación animal importados por la UE provienen del Mercosur (de los cuales dos tercios provienen únicamente de Brasil). “La experiencia nos dice que este tipo de acuerdos de libre comercio acaba beneficiando a los grandes latifundios y a las élites económicas de ambas partes en detrimento de los pequeños y medianos agricultores”, ha apuntado el Secretario General de COAG.
COAG, junto con la Plataforma en contra del TTIP y el CETA, ha denunciado durante los últimos años los perniciosos efectos de los acuerdos de libre comercio de la UE para el modelo social de agricultura, (mayoritario en Europa y nuestro país), vital para garantizar la calidad, la seguridad alimentaria, la preservación del medio ambiente y desarrollo de las zonas rurales.